- Examine regularmente sus pies, aunque no le duelan. Es su medio de locomoción para toda la vida.
- Lávese los pies a diario y séquelos bien, especialmente entre los dedos.
- Corte las uñas de los pies de forma recta, pero no demasiado cortas y vigile cualquier alteración como engrosamiento, cambio de color etc ya que pueden esconder distintas enfermedades.
- Es muy importante la elección del calzado adecuado. Cómprelos al final del día cuando los pies están más dilatados. Debe proteger al pie, ajustarse al mismo sin oprimirlo y ser de materiales naturales. El tacón no debe sobrepasar los 4 ó 5 centímetros y la puntera será lo suficientemente amplia.
- Seleccione el tipo de calzado en función de la actividad que va a realizar (andar, trabajar, deporte…)
- Utilice más de un par de zapatos y alterne su uso. Deséchelos si están gastados o deformados.
- Evite andar descalzo, sus pies están más expuestos a lesiones e infecciones, aunque los baños en el mar son recomendables.
- Sea cauteloso con los remedios caseros, el autotratamiento puede dar lugar no sólo a no eliminar el dolor sino a provocar otros.
- Controle las grietas y heridas en la piel, pueden anunciarle patologías solapadas.
- El dolor de pies no es normal. Si éste se produce y persiste, consulte a su podólogo/a.